A lo largo de la historia, los linces ibéricos han sido vistos de
diferentes maneras.En un principio se
los cazaba indiscriminadamente por que se creía que eran dañinos para el
ganado. Además muchos linces eran (y aún son) atropellados. También hay problemas
de espacio, y es que las áreas
protegidas las limítan con vallas y eso impide el desplazamiento de los linces.
La quema de
bosques y matorrales provocó que hoy día los linces ibéricos solo se encuentren
en el Parque Nacional Coto de Doñana, al sur del río Guadalquivir, en el
suroeste de España.
La amenaza más importante hoy día es la
mixtomatosis. Una enfermedad que afecta a los conejos (que conforman la
práctica totalidad de la dieta del lince), y en algunas zonas ha reducido sus
poblaciones en un 99.9%, dejando a los linces sin alimento y a la merced de
competir con los zorros por comida.
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